martes, 19 de octubre de 2010

El Ministerio de Jesús

Por Ernesto Rosas

Isaías 61:1 y Lucas 4:18-19 -> Desafortunadamente algunos cristianos desconocen el ministerio de Jesús y que ha sido delegado a la iglesia hasta que Él venga nuevamente. Significa que debemos ejercer al cien por ciento éste ministerio en Su Nombre aquí en la tierra para cumplir con la gran comisión. Su ministerio tiene tres áreas importantes:

1) Predicar las buenas noticias del evangelio del Reino.
2) Sanar a los enfermos en cuatro áreas: Física, Mental, Emocional y Social (relaciones interpersonales).
3) Liberar a los cautivos por el maligno.

El ministerio de Jesús no es para unos cuantos, es para toda Su iglesia, porque de lo contrario nos lo hubiera dicho. Lo que he notado en mí caminar cristiano es que falta compromiso con la Palabra de Dios y solo quieren hacer o servir en las áreas que son cómodas que no amerita preparación espiritual y estudio de la Palabra de manera profunda, son muy pocos los que aceptan éste desafío.

Juan 8:31-32 -> Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres. La Palabra trae libertad cuando la creemos y la practicamos. La única manera de destruir, derribar y arrancar las mentiras que el maligno ha sembrado en nuestra mente es conociendo la verdad que nos fortalece para renunciar a la maldad y ser libre en Su Santo Nombre.

Las verdades que traen liberación están escondidas en Su Palabra, por eso debemos estudiarla con diligencia y con un corazón sensible (humilde) a la voz del Espíritu Santo para que recibamos revelación clara y concisa que rompe las cadenas y nos saca de la zona de la muerte.

El Salmo 107:20 dice que “Envió Su Palabra (revelación) para sanarlos, y así los rescató del sepulcro”, y contra ésta revelación las puertas del reino de la muerte no puede prevalecer. Mateo 16:18.

Para desarrollar el ministerio de Jesús debemos aprender a escuchar al Espíritu Santo para recibir las instrucciones de Dios, una Palabra específica que nos muestre la raíz del problema y desde ahí trabajar la liberación para que sean verdaderamente libres, y no vuelvan a recaer en lo mismo. Para esto, es necesario que la mente y la voluntad de la persona sean liberadas con la Palabra de Dios y que abunde en su corazón hasta saturarlo completamente (checar el manual de Raíces de Iniquidad). 1 Corintios 2:6-16, Colosenses 3:15-17.

Hebreos 12:1-3 -> Para poder correr con libertad, sin desanimarnos y perseverar hasta llegar a la meta, es necesario quitar todo estorbo, ataduras, iniquidades y maldiciones.

Juan 11:41-44 -> La historia de la resurrección de Lázaro nos ilustra un principio espiritual que no debemos ignorar. Cuando estaba muerto dentro de una cueva oscura, estaba todo su cuerpo vendado (ataduras), y su cuerpo se estaba pudriendo. Es la parte de nuestra vida cuando estábamos muertos para Dios y en el pecado. Estábamos encadenados por el pecado y la iniquidad. Proverbios 5:22-23.

Cuando Jesús lo llamó por nombre y le dijo: ¡Lázaro, sal fuera!, nos representa el nuevo nacimiento donde salimos de la cueva de la muerte pero con ataduras como salió Lázaro. De inmediato Jesús dio la orden que lo desataran, rompieran esas ataduras que estaban en todo su cuerpo para que pudiera ver, caminar, usar las manos, hacer todo con libertad. Lo mismo sucede con el cristiano, debe ser liberado para que pueda correr la vida cristiana con victoria, de triunfo en triunfo.

No podemos perseverar en la vida cristiana si no corremos con libertad, sin cadenas del pecado y maldiciones, porque éstas no te dejan tener disciplina y solo te vuelven insensible a las cosas de Dios y finalmente tu ánimo muere.

Es necesario ministrar liberación a los nuevos creyentes para que puedan perseverar hasta el final. Deben romper toda maldición de destrucción y muerte que traen sobre su vida, ordenar a los demonios relacionados a esa maldición que huyan en el nombre de Jesús y no vuelvan más, decretar bendición y prosperidad sobre su vida.

Reitero nuevamente, no debemos ignorar la Liberación dentro de la iglesia porque es parte del Ministerio de Jesucristo y nos lo ha delegado para que su Novia esté sin Mancha (sin heridas) y sin Arruga (libre del pasado), ni ninguna otra imperfección, sino santa e intachable. Efesios 5:25-27.

El ministerio de Jesús es para la iglesia hasta que Él venga por nosotros. Nos dijo que podemos hacer lo mismo que Él hizo cuando creemos con una fe firme. Hemos recibido la misma unción del Santo para seguir con Su ministerio. Juan 14:12-14, 1 Juan 2:20.

Hechos 10:38 -> Jesús desarrollo el ministerio que el Padre le dio porque tenía la Presencia del Espíritu Santo y Su poder, que son dos puntos diferentes. Nosotros tenemos al Espíritu Santo CON nosotros, EN nosotros (al nacer de nuevo) y SOBRE nosotros cuando recibimos el bautismo con el Espíritu Santo como sucedió en el pentecostés. No podemos desarrollar el Ministerio de Jesús sin Su Palabra y sin Su Santo Espíritu. Juan14:15-17, Hechos 1:8 y 2:4.

No hay comentarios: