viernes, 4 de junio de 2010

Clase 11 - GC 2010

OYENDO SU VOZ
Juan 10:22-42

Aunque el tiempo ha avanzado la gente sigue pensando de la misma manera, quieren saber todo de manera directa sin discernir las Escrituras. Querían saber si Jesús era el Cristo de manera directa, pero no observaban las obras que hacía frente a ellos, era la mayor evidencia del poder de Dios en acción. El Señor nos le dio lo que pedían porque no eran de su redil, no comprendían las cosas espirituales, las cosas que tienen que ver con el Reino de Dios.

Mientras Jesús no sea tú Señor, no puedes ser parte de Su redil, parte de la familia real, es decir, ser un hijo o hija de Dios, y es relevante para oír la voz del buen Pastor y seguirlo. Hoy muchas personas no quieren hacer un compromiso con Dios pero si quieren disfrutar de los beneficios de la revelación de la Palabra, pero no lo pueden hacer porque no tienen fe, no creen en Jesús ni le creen a Él.

Jesús enfatizó la importancia de ser parte de la familia de Dios, del redil, porque nos protege y no da vida eterna porque estamos unidos a Él. Jesús y el Padre son uno, por lo tanto nosotros somos uno en Él también.

Hay sectas que no aceptan la deidad de Jesús, solo lo aceptan como un profeta pero no como el Hijo de Dios o como Dios. Hay otras que no aceptan la deidad del Espíritu Santo ni que es una persona. En algunos lugares de nuestro país están matando o mutilando a las personas por ser cristianos, porque los religiosos tienen una idea muy lejana de la verdad que está en la Biblia. También en las ciudades hay discriminación o persecución con rechazo o crítica por ser creyentes en Jesús.

La biblia dice en Marcos 16:17-18 que estas señales seguirán a los creemos en Jesús, sanidad y liberación en la gente que les predicamos el evangelio, son la evidencia que la gente ve de manera tangible para que crea en el Hijo de Dios, pero aún viendo grandes maravillas de parte de Dios se resisten a creer y a caminar con Él, pero sí hay un gran porcentaje que sí cree en Jesús y lo confiesan como Señor.

Nosotros escuchamos la voz de Jesús y Él nos conoce perfectamente. ¿Qué debo hacer? – Seguir predicando el evangelio a todas las personas, orar para que sean sanos y libres de toda opresión del maligno. No tengamos miedo al rechazo o a la persecución de la gente, familia o amigos, no tengamos miedo porque Jesús está con nosotros, Su Espíritu Santo nos consuela y nos fortalece.

Cada vez que busques a Dios en oración y en la lectura de la Palabra, pon atención en tu interior, porque Jesús quiere hablarte cada día para guiarte a pastos verdes y aguas tranquilas. No perdamos esas oportunidades de escucharlo porque somos hijos de Dios y ovejas de Su redil.

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