Fuimos creados para gobernar como rey desde Génesis. La caída del hombre cambió nuestra posición de gobernador a ser gobernados por el pecado y el reino de las tinieblas.
Estábamos muertos en el pecado. Vivíamos bajo los principios del reino de las tinieblas y su rey. Satanás ejerce su poder en los que viven en desobediencia. Antes buscábamos satisfacer los deseos pecaminosos de nuestra carne. Efesios 2:1-3
Donde hay desobediencia Satanás tiene el derecho legal de ejercer su poder, y lo hace poniendo maldiciones sobre la persona y su familia. El pecado trae maldición y muerte si no hay un arrepentimiento de corazón.
La tierra está bajo maldición por la desobediencia de Adán. Génesis 3:17. La desobediencia del hombre abre la puerta para las maldiciones. Deuteronomio 28:15-68.
La realidad espiritual de ésta tierra y sus habitantes sin Cristo es que está bajo maldición y está gobernada por el reino de las tinieblas.
Las características de las vidas gobernadas por las tinieblas, está en Génesis 1:2 (VRV):
1. Vacío.
2. Oscuridad.
3. Desorden.
La versión NVI dice: “Caos total” y tinieblas…
La tierra está en tinieblas y necesita la luz del evangelio. Hay una guerra entre el Reino de Dios y el de las tinieblas, porque el maligno no quiere abandonar la tierra que nos ha sido dada desde Génesis, por eso los cristianos somos el blanco del ataque.
El “Padre nuestro” dice: “…venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo”. “Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno”. Mateo 6:9-13 NVI.
En la versión lenguaje sencillo: “Que todos reconozcan que tu eres el verdadero Dios”. “Ven y sé nuestro único Rey. Que todos los que viven en la tierra te obedezcan, como te obedecen los que están en el cielo”. “Y cuando vengan las pruebas, no permitas que ellas nos aparten de ti, y líbranos del poder del diablo”.
La única manera de establecer un nuevo reino y quitar al que está reinando es a través de la GUERRA, de una operación de CONQUISTA y de LIMPIEZA. La oración estratégica es para conquistar y establecer el Reino de Dios.
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