1. El Plan de Dios

Para conocer el plan de Dios debemos ir al comienzo de todo: Génesis. Dios creó todo en la tierra para nosotros, para que lo disfrutemos.

VISIÓN DE DIOS: (visión celestial) Ser el único Dios y Padre de toda criatura humana.

MISIÓN: Establecer Su Reino aquí en la tierra a través de sus hijos.

Dios quiere llenar la tierra de seres humanos libres del pecado. Adán fue el primer humano creado en pureza y santidad, pero cayó en pecado. El Segundo Adán, el segundo hombre creado en pureza y santidad, sin intervención humana y SIN pecado.

Génesis 1:27-28. Fuimos creados a la imagen de Dios. Dios bendijo al primer matrimonio. Él es el origen de toda familia. Su visión gira alrededor del concepto de familia.

Indicaciones: (misión de Adán)
> Den fruto (nuestra manera de vivir).
> Multiplíquense (reproducir generaciones santas).
> Llenen la tierra y sométanla.
> Dominen. (Gobernar con autoridad)

La misión de Adán fracasó por la entrada del pecado. La tierra no empezó a llenarse de humanos con la gloria de Dios, sino de pecadores que generaron: corrupción, perversión, violencia. Génesis 6:5-13.

El pecado los hizo alejarse del conocimiento de Dios. Jesucristo vino a redimirnos y a restaurar la relación de amor con Dios. Jesucristo trajo nuevamente la presencia de Dios al corazón del hombre que cree en Él y se arrepiente.

El nuevo nacimiento es el origen de una vida llena de la gloria de Dios. La palabra profética dice que la tierra se llenará del conocimiento de la gloria de Dios, de Jesucristo. Habacuc 2:14; 2 Corintios 2:12-16; Hebreos 1:3.

Ahora nuestra misión es llenar la tierra con la gloria del Señor, y esto se está cumpliendo cuando una persona cree en Jesucristo como su Señor. Nuestra tarea es el EVANGELISMO y el DISCIPULADO. Nuestra misión: multiplicarnos los cristianos y llenar la tierra con la gloria de Dios. Génesis 1:28; Hebreos 2:14, Mateo 28:18-20.

La oración estratégica tiene que ver con nuestra tarea. Toda nuestra vida debe girar alrededor de tres objetivos relevantes:
1. Glorificar a Jesús.
2. Extender su Reino.
3. Edificar a la iglesia.

Los tres puntos llenan el propósito de nuestra existencia, la razón de nuestro vivir. Si perdemos de vista esto, entonces corremos el riesgo de caer en un aburrimiento y estupor espiritual que lleva al cristiano a desertar en los equipos de servicio a Dios, y salen con la gran excusa que se tomarán un tiempo, unas vacaciones para no servir en el Reino de Dios. Esto significa retroceder y ésta actitud a nuestro Señor no le agrada. Hebreos 10:32-39

No perdamos de vista éstos tres objetivos en todas nuestras decisiones de la vida para que podamos disfrutar al máximo todo lo que hagamos y ganemos con Su gracia, de lo contrario podrás tener éxito y grandes logros, pero siempre existirá el vacio que fue destinado para ser llenado con el servicio a Dios.