Clase 28 - GC 2009

EL TIEMPO DE DIOS
Juan 7:1-12

Conocer a Dios significa que sabemos cómo piensa Dios y lo entendemos, conocemos sus atributos, personalidad y carácter. Pero también conocemos sus tiempos y nos movemos conforme a ellos. El tiempo de Dios en el Nuevo Testamento es “kairos” y el tiempo humano es “kronos”. Nosotros nos movemos en la dimensión de tiempo y espacio y Dios se mueve en la dimensión de la fe, en el presente eterno.

Cuando permanecemos en la Palabra y en la oración íntima con Dios, nuestro espíritu se vuelve cada vez más sensible al mover del Espíritu Santo, aprendemos a escucharlo y a conocer el tiempo para los proyectos y planes. Jesús pasaba tiempo muy de mañana con el Padre, para escucharlo y recibir instrucciones. Jesús sabía lo que tenía que hacer, cuándo y cómo hacerlo.

Los judíos buscaban oportunidades para matar a Jesús y no quería ir a la fiesta públicamente, pero sus hermanos insistían que fuera y demostrara lo que Dios hacía por medio de Él, pero no en lo secreto. Jesús sabía perfectamente que aún no era su tiempo y así se movía y se comportaba. Para sus hermanos cualquier tiempo era bueno y daba igual, porque no conocían a Dios ni creían en Jesús, no discernían los tiempos.

Jesús sincronizo su tiempo kronos con el kairos de Dios en los tiempos de oración intima, por eso no llevaba prisa, y conocía perfectamente su misión en ésta tierra. No debemos adelantarnos al tiempo marcado por Dios, pero tampoco atrasarnos. Debemos conocer nuestra misión, que tengo que hacer en ésta vida, cuál es mi propósito para vivir, porque esto me dará toda la motivación para salir adelante hasta alcanzar mis metas. Jesús lo hizo así.

Jesús era el tema más comentado en aquella época, algunos estaban a su favor pero otros en contra y hablaban mal de Él. Hoy pasa lo mismo con nosotros, pero debemos dar el mejor testimonio con nuestra manera de pensar, hablar y actuar, aunque otros hablen mal de nosotros aunque tengamos un buen testimonio. No tan solo hablaban mal de Jesús sino que lo querían matar.

Salomón decía que todo tiene su tiempo, para reír, para llorar, para trabajar, para descansar, pero debemos saber cuándo y cómo hacerlo. Si hay cosas en tu vida que ya tienes que hacer, no dejes que pase el tiempo y hazlo ya, porque puede ser demasiado tarde cuando quieras hacerlo. Si hay cosas que aún no es el tiempo, no te apresures, espérate un poco más hasta que sea el tiempo kairos de Dios, para que la bendición fluya sin obstáculos.