NUESTRO TESTIMONIO
Juan 4:39 - 42
Todos en el pueblo donde vivía la samaritana conocían el tipo de vida que tenía ella y parece que no era nada bueno aunque la gente del lugar estaban acostumbrados a ver el libertinaje como algo normal como sucede hoy en día. Hoy en los jóvenes es tan normal practicar las relaciones sexuales antes del matrimonio sean novios o no, entre otras muchas cosas más.
Nosotros no debemos vivir de acuerdo a la ideología de éste mundo, porque aunque aquí vivimos no somos de éste mundo, por lo tanto nosotros pensamos de acuerdo a los principios del Reino de Dios. Nosotros nos comportamos de acuerdo a lo que pensamos, de acuerdo a los patrones mentales que se han forjado en nosotros a lo largo de nuestra existencia. Es necesario y muy relevante renovar nuestra manera de pensar a través de estudiar y practicar la Biblia cada día. Juan 17:13-19, Romanos 12:2
Los samaritanos creyeron en Jesús porque lo vieron y lo oyeron. Las personas deben ver a Jesús en nuestra vida y deben oírlo a través de nuestra manera de hablar, no olvidemos que nosotros somos una extensión de Cristo Jesús aquí en la tierra. Cuando Jesús estaba en prisión, descubrieron a Pedro como Su discípulo por su manera de hablar. Marcos 14:66 – 71
¿Realmente estamos reflejando a Jesús en nuestra manera de hablar y comportarnos?
¿Hay alguna diferencia entre nosotros y los que no conocen a Dios?
Compartir nuestro testimonio es hablar de Jesús primeramente, que es el hijo de Dios y Salvador del mundo, que murió, resucito al tercer día, que está a la diestra del Padre y viene pronto por su Iglesia. Que debemos arrepentirnos de nuestros pecados y creer en Él como Señor.
También debemos compartir nuestra experiencia con Jesús, el cómo estábamos antes de conocerlo, y cómo estamos ahora después de creer y recibirlos como Señor de nuestra vida. Nuestro testimonio debe estar respaldado con nuestros actos y la manera de hablar, debemos reflejar a Cristo como en un espejo. 2 Corintios 3:18, 1 Juan 4:16 – 18
Cuando hacemos la voluntad de Dios escrita en Su Palabra, somos transformados cada día a su semejanza y es cuando reflejamos Su gloria. Nuestro testimonio es muy importante porque debilitamos las tinieblas, no pueden resistir una vida que hace la voluntad de Dios y tiene que huir el diablo. Santiago 4:4-7, Apocalipsis 12:11
No guardemos silencio en los tiempos de la gran cosecha, hablemos de Jesús con la palabra de nuestro testimonio y no tengamos miedo de morir por hacerlo.
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