domingo, 10 de mayo de 2009

Clase 9 - GC 2009

EL AMIGO DEL NOVIO
Juan 3:22-30

El bautismo en agua es un rito que se practica miles de años atrás y tiene un significado cultural. Los predicadores de aquellos tiempos se ponían en la orilla de un río para exponer su doctrina, sus pensamientos, la gente lo escuchaba y sí se identificaba con su doctrina o era convencido con el objeto del mensaje, entonces se bautizaba frente al orador o el mismo predicador lo bautizaba delante de toda la gente para proclamar que aceptaba y creía su doctrina. El bautismo era una señal de aceptación del mensaje y un compromiso por practicarlo.

Jesús fue bautizado por Juan el bautista porque acepto el mensaje de “Arrepentimiento”, porque es la puerta para caminar con Dios limpiamente. El mensaje principal del Antiguo Testamento fue ese y fue el primer mensaje de Jesucristo. Jesús bautizó bajo esa misma línea porque era el primer paso para entrar al Reino de Dios. Hoy es lo mismo, aunque vivimos en otros tiempos pero los principios de Dios no cambian.

Los discípulos de Juan vieron que Jesús también bautizaba y se lo comentaron, porque pensaban que no debía hacerlo, pero Juan sabía perfectamente por la revelación de Dios quien era y es Jesús. No tomó el lugar del Cristo, del Mesías, porque solo pertenece a Jesús, por eso en su predicaciones lo dijo repetidamente que no era el Mesías.

Jesucristo dejo el bautismo como un mandato y no es una opción. Tiene mucho significado espiritual pero ante Dios demuestra nuestra obediencia y amor por Jesús.

Juan tomó el lugar del amigo del novio, que es Jesús y la novia es la iglesia. Se gozó con gran alegría de conocer al Hijo de Dios y hacer su tarea para glorificarlo.

“A Él le toca crecer y a mí menguar” es una frase tan importante que debemos vivirla al igual que Juan el bautista, donde el egoísmo debe decrecer y Jesús gobernar y crecer en nosotros hasta llegar decir como Pablo, “Ya no vivo yo, más Cristo vive en mí”, solo así podremos negarnos a nosotros mismo, tomar nuestra cruz y seguir a Jesús adonde quiera que Él nos lleve o nos mande. Gálatas 2:20, Mateo 16:24.

Nuestra meta debe ser que cada día Jesús crezca en nosotros y el egoísmo desaparezca por completo, porque es una de los obstáculos que no nos deja orar, leer la Biblia y congregarnos.

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