JESUS Y EL AMOR DEL PADRE
Juan 3:14-21
Israel cuando viajaban por el desierto rumbo a la tierra prometida se desanimó en camino y murmuró contra Dios y Moisés, se quejaron del maná que recibían como alimento de parte del Señor. Esto le desagradó a Dios y les envío serpientes que los mordieran y murieran. Esto les hizo reflexionar y se acercaron arrepentidos a Moisés para pedirle ayuda. Dios le dijo que hiciera una serpiente de bronce y la pusiera en un asta, para que la vieran cuando fueran mordidos por la serpiente y vivieran. Números 21:4-9
El desánimo provoca en el hombre murmuración, queja y rebelión con Dios y el liderazgo que le sirve. Es una estrategia del adversario bastante vieja pero efectiva en los cristianos que se descuidan y bajan la guardia al no orar, leer la Biblia, no servir o dejar de hacerlo y finalmente dejar de congregarse. Debemos cuidar la actitud y la motivación de nuestro corazón.
La rebelión del hombre le ha permitido que la serpiente espiritual le muerda y le inyecte la iniquidad que produce pecado y termina en la muerte eterna. Igual que la serpiente de bronce en el desierto fue levantada, así Jesucristo sería levantado para todo aquel que lo viera y creyera en Él sería salvo de la muerte eterna.
El amor de Dios por nosotros es sin límites y lo demostró al darnos a Su único Hijo para que tomara nuestro lugar para morir por nuestros pecados, porque la paga del pecado es muerte y alguien tenía que morir. Dios nos creó eternos, ya sea para vida o para muerte. El hombre traza su destino de muerte al decidir por la maldad movido por su rebelión.
El hombre es condenado porque no acepta la Luz del evangelio, porque no está dispuesto a renunciar y dejar la maldad. No quieren ir a la congregación porque en la predicación de la Palabra sus maldades son expuestas y es confrontado. Algunas personas aborrecen la Luz del evangelio porque les incomoda la verdad cuando la escuchan, por eso evitan participar en cualquier evento que glorifique a Jesús. Éste tipo de personas viven en la oscuridad del error, la confusión, vacíos, en desorden y amargados.
Los que obedecen la verdad que es la Palabra de Dios siempre buscarán y se acercarán a la Luz para caminar y vivir en la Luz. Esto nos ayuda a ver las riquezas que hay en la Biblia para nuestro beneficio y para que las disfrutemos desde ahorita hasta la eternidad.
Salir de la Luz de la Palabra es abrir las puertas al desánimo, la rebelión, la queja y la murmuración. Dios nos ama pero aborrece el pecado y que lo practiquemos. Hoy todavía estamos en los tiempos de gracia donde podemos disfrutar los beneficios de Su amor por medio de Cristo Jesús.
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