jueves, 1 de noviembre de 2007

CONOCIENDO MI BIBLIA

CONTENIDO

Introducción
1. ¿Qué es la Biblia?
2. La naturaleza de la Palabra.
3. Cómo beneficiarse de la Palabra.
4. Cómo establecer la Palabra en su vida.
5. Inspección bíblica.
6. Libros apócrifos.


Tema UNO
¿QUÉ ES LA BIBLIA?

La Biblia está compuesta de 66 libros, divididos en dos testamentos (pactos): el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. Fue escrita por aproximadamente 44 autores inspirados en un período que abarca 1,600 años.

El Antiguo Testamento contiene 39 libros, abarcando un período de tiempo desde la creación del mundo hasta el regreso de los israelitas del exilio Babilónico.

El Nuevo Testamento contiene 27 libros, que cubren desde el nacimiento de Jesús hasta el final del primer siglo. (Vea al final de esta lección una revisión de todos los libros de la Biblia).

A. El Antiguo Testamento

Los 39 libros del Antiguo Testamento pueden ser divididos en cinco partes principales: Pentateuco, Libros Históricos, Libros Poéticos, Profetas Mayores y Profetas Menores.

Estos libros contienen la historia del proceder de Dios respecto a Su pueblo escogido: Los israelitas; y son reconocidos por los judíos como su canon actual (las escrituras genuinas e inspiradas, la Palabra de Dios para la raza judía).

1. Lenguaje Original
El Antiguo Testamento fue escrito en hebreo un lenguaje semítico semejante al Arábigo. Pequeños segmentos de Esdras, Daniel y un versículo en Jeremías, están escritos en arameo (el lenguaje de la Palestina del tiempo de Jesús).

2. Como fue registrado
Si bien las primeras revelaciones de Dios fueron orales (Génesis 15:1), más tarde Él ordenó que lo que había hablado fuera escrito (Éxodo 34:27). A través de la historia de Israel hubo hombres que compilaron lo que Dios estaba haciendo o diciendo (Números 33:2; Deuteronomio 17:18; Josué 24:26; 1 Samuel 10:25; Isaías 8:16; Jeremías 36:2).

Estos escritos fueron las escrituras para el pueblo de Dios en aquel tiempo, y Dios esperaba que ellos las respetaran como tales (Josué 1:8; Salmo 1:2). Estos libros han sido transmitidos hasta nuestros días, y forman lo que conocemos como el Antiguo Testamento.

Es importante que al leer el Antiguo Testamento estemos conscientes que todos sus libros se proyectan al futuro. Cuando el hombre cayó Dios le prometió un Redentor (Génesis 3:15) y los libros del Antiguo Testamento señalan hacia ese Redentor. En todo caso, sea por alusión o por profecía directa, usted encontrará a Jesús en cada libro del Antiguo Testamento.

El Antiguo Testamento es la historia de la nación Israelita, pero también es la repetida promesa de Dios que Él enviaría un Redentor a comprar nuestra salvación.

B. El Nuevo Testamento

El Nuevo Testamento consiste de 27 libros escritos por 8 autores en un período de 50 años. Puede dividirse en cinco segmentos: Los Evangelios, Historia, Las Epístolas de Pablo, Las Epístolas Generales y Apocalipsis.

Los Evangelios son una compilación de la vida, muerte y resurrección de Jesucristo; los Hechos relatan la historia de la iglesia primitiva; las Epístolas son cartas de los apóstoles a las iglesias explicando las doctrinas cristianas; Apocalipsis es la compilación de Juan de una visión sobre los últimos tiempos que recibió estando exiliado en la isla de Patmos.

Mientras que el Antiguo Testamento contiene la promesa de Dios de un Redentor, el Nuevo Testamento nos narra cómo ese Redentor vino y lo que Él logró.

1. Lenguaje Original
El Nuevo Testamento fue escrito en griego. Esto incluye los evangelios, aunque el lenguaje que Jesús y todos los hombres de Palestina hablaban en aquel tiempo era el arameo, no griego.

Cuando el Nuevo Testamento fue escrito, el griego era un lenguaje mundial. Un evangelio escrito en arameo o hebreo era útil solo en Palestina para el mismo, escrito en griego, podía ser leído en todo el mundo conocido en aquella época. En consecuencia, el griego fue una herramienta invaluable para la temprana difusión del evangelio.

2. Cómo fue registrado
Aunque los libros del Nuevo Testamento están ordenados cronológicamente no fueron escritos en ese orden. Las primeras “escrituras” del Nuevo Testamento que alguien recibiera en aquellos días fueron en forma oral, salidas de la boca de aquellos que predicaban el evangelio. Pablo recomendó a quienes recibían su enseñanza “no como palabra de hombres” sino como la divinamente inspirada Palabra de Dios (1Tesalonicenses 2:13).

La primera parte del Nuevo Testamento que se escribió fueron las Epístolas (específicamente las epístolas de Pablo). Estas fueron escritas en el período entre el año 48 y 60 d.C.

Los evangelios, escritos entre el 60 y 100 d.C. fueron registrados de la memoria de quienes caminaron con jesús mientras Él estuvo en la tierra (Lucas 1:1,2). Se cree que la totalidad del Nuevo Testamento fue escrito antes del fin de siglo I d.C.

3. Cómo fue compilado
Era una práctica común entre las iglesias del primer siglo el compartir e intercambiar las cartas escritas por los apóstoles a las iglesias. De hecho, esta práctica fue estimulada por Pablo mismo (Colosenses 4:16).

En esta forma, cada iglesia empezó a acumular los diferentes escritos de los apóstoles. Recuerde que para este tiempo no existían las imprentas así que estas copias manuscritas de los evangelios y las epístolas eran la única escritura disponible.

La persona tenía que venir a un lugar de comunión para escuchar las escrituras; por eso es que Pablo exhorta a Timoteo a practicar “la lectura pública de la escritura” (1Timoteo 4:13).


Tema DOS
LA NATURALEZA DE LA PALABRA

Aunque es interesante y provechoso el estudiar cómo los libros de la Biblia fueron escritos y compilados, no debemos nunca perder de vista su verdadera naturaleza.

La Biblia es mucho más que un simple libro. Ésta es la “Palabra de Dios” y como tal es ¡sobrenatural! Por medio de Su Palabra creó Dios el universo (Hebreos 11:3) y aún hoy en día “...y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder” (Hebreos 1:3). La Palabra de Dios es viva y llena de poder (Hebreos 4:12), e imparte vida a todo aquel que participa de ella (Juan 6:63; Proverbios 4:22).

A. Viva y poderosa

Lejos de ser un libro muerto, la Palabra de Dios es viva y poderosa. Tiene en sí misma toda la vida y el poder necesario para mantener al creyente en victoria. Pablo tenía mucha confianza en este hecho ya que dejó a la iglesia de Efeso mientras ésta estaba todavía en su infancia, él estaba convencido que la Palabra era capaz de edificarles y sustentarles (Hechos 20:32).

1. Agente de Dios
La Palabra de Dios es el agente por medio del cual Él realiza su Voluntad en esta tierra. Dios creó el mundo por medio de Su Palabra (Génesis 1:3, Salmo 33:6,9). Los hombres nacen de nuevo por medio de la Palabra (1Pedro 1:23). Dios sana por medio de su Palabra (Salmo 107:20). La Palabra de Dios es su Poder.

2. Los efectos
Puesto que es viva y poderosa, la Palabra de Dios produce profundos efectos en dondequiera que es predicada. En Hechos 19 encontramos registrado un poderoso movimiento del Espíritu de Dios, que tuvo lugar en Efeso y que afectó a toda Asia Menor (la Turquía moderna).

Los enfermos eran sanados, los demonios eran echados fuera, y muchos dejaron las prácticas del ocultismo para servir al Señor. Hechos 19:20 nos da la clave del por qué ocurrieron estas cosas “Así crecía y prevalecía poderosamente la palabra de Dios”.

La Palabra de Dios era la fuente de todo este derramamiento, porque La Palabra de Dios es el Poder de Dios. Aquí vemos un ejemplo de lo que Pablo dio a entender cuando dijo: “A la verdad, no me avergüenzo del evangelio, pues es poder de Dios para la salvación de todos los que creen: de los judíos primeramente, pero también de los gentiles.” (Romanos 1:16).

B. Eterna

1 Pedro 1:23 “Pues ustedes han nacido de nuevo, no de simiente perecedera, sino de simiente imperecedera, mediante la palabra de Dios que vive y permanece.”

Jesús dijo a sus discípulos: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras jamás pasarán.” (Mateo 24:35).

La Palabra de Dios es una realidad eterna y absoluta que no puede ser alterada. Es tan inmutable como Dios es inmutable. En cuanto a Dios respecta, lo que ha dicho es: “...permanece para siempre en los cielos” (Salmo 119:89).

1. Infalible
Podemos estar seguros de la absoluta integridad de la Palabra de Dios; no puede fallar. Dios mismo respalda toda promesa que Él ha hecho (Jeremías 1:12), y ha declarado que Su Palabra nunca regresará vacía o sin fruto (Isaías 55:10-11).

2. Digna de confianza
“Dios no es un simple mortal para mentir y cambiar de parecer. ¿Acaso no cumple lo que promete ni lleva a cabo lo que dice?” (Números 23:19).

La palabra de una persona es solamente digna de confianza en la medida en que el carácter de esa persona la garantice. La palabra de un mentiroso o de un tramposo no tiene mucho valor; incluso la palabra de un buen hombre no es totalmente digna de confianza, ya que este buen hombre podría cambiar con el tiempo.

Nosotros tenemos esta seguridad respecto a Dios: Él no miente, y Él no puede cambiar (números 23:19; Santiago 1:17). La Palabra de Dios es digna de confianza porque Dios es digno de confianza.

Nuestra seguridad y Fe descansan en la Palabra de Dios, un Dios que no puede mentir y que no puede fallar.


Tema TRES
COMO BENEFICIARSE DE LA PALABRA

Hemos visto que la Biblia es un libro sobrenatural, y cómo la Palabra de Dios contiene todo el poder y vida necesarios para suplir cada una de nuestras necesidades. Sin embargo, hay un papel que debemos jugar para poder apropiarnos de todo el poder que la Palabra tiene para nosotros.

A. Mezcle la Fe con la Palabra

En Hebreos 4:1-3 se nos dice que aunque la Palabra fue predicada a los hijos de Israel, no les aprovechó, porque ellos no la mezclaron con fe. Lea Números 13:17-33.

1. El informe incorrecto
Aquí encontramos el relato sobre los espías que entraron a la tierra de Canaán y regresaron con un informe en completa oposición a lo que la Palabra de Dios decía. Los diez espías informaron que ellos se veían como langostas frente a los moradores de la tierra prometida. En realidad, con Dios a su lado y Su Palabra prometiéndoles victoria, ellos eran vencedores: no podían fallar. Pero escogieron poner su fe en lo que vieron, por ello se percibieron a sí mismos como langostas.

2. La verdad
Todo el poder que necesitaban para tomar posesión de la tierra estaba a su disposición cuando Dios habló Su Palabra, pero este poder les fue vano pues no se apropiaron de él. El problema no estuvo en Dios, ni en Su Palabra (la verdad), sino en el pueblo de Dios. Su falta de fe evitó que la Palabra los prosperara como Dios se había propuesto.

3. Fe vs. duda
La fe es un factor que activa la Palabra de Dios y hace brotar el gran poder que reside en ella. La Palabra no obrará para usted a menos que la mezcle con fe. Esto no significa que a la Palabra le falte poder; toda escritura es provechosa, aunque algunos no saquen provecho de ella por causa de la duda. La duda de estos no hace decrecer en ninguna forma la utilidad de la Palabra de Dios.

4. La Palabra vs. las circunstancias
Los hijos de Israel escogieron poner su fe en las circunstancias (qué tan gruesas eran las murallas, qué tan grandes los gigantes) antes que en la promesa de Dios de que Él pelearía por ellos. En consecuencia, fallaron en apropiarse del poder y la bendición de Dios.

La lección que podemos aprender de su error es esta: ¡Nunca base sus juicios, en relación a cualquier situación en las circunstancias que enfrenta! ¡Siempre juzgue el asunto por medio de la Palabra de Dios!

B. Plante la Palabra como una semilla

En numerosas parábolas en los evangelios Jesús comparó la Palabra de Dios con una semilla (Marcos 4:14, 26, 31). En las escrituras la Palabra es llamada de muchas formas (ejemplo: una espada, luz, una roca, etc.) pero en estas parábolas Jesús nos muestra como desatan el poder de la Palabra de Dios.

Así como una semilla tiene vida y poder, así también la Palabra de Dios tiene vida y poder. Si usted sabe como desatar el poder en una semilla, entonces sabrá como desatar el poder en la Palabra.

Solo se obtiene de la semilla cuando esta es plantada; una semilla en un saco de semillas no crecerá. Esto también es verdad respecto a la Palabra de Dios: si no se planta en nuestro corazón sino que se le coloca sobre un estante o en nuestras mentes, nunca producirá la cosecha que Dios propuso para ella.

La Palabra contiene todo el poder que se pueda necesitar para producir resultados, pero al igual que la semilla, si se deja en un estante sin plantar nada sucederá. Sin embargo, si usted trata la Palabra como una semilla, y la planta en su corazón, ella obrará para usted.

Lea Marcos 4:26-28. En esta parábola podemos observar algunos principios respecto a cómo recibir una cosecha de la Palabra.

1. El primer paso
El primer paso para poner la Palabra de Dios a obrar para usted, es ponerla en su corazón. Encuentre las escrituras apropiadas que estén de acuerdo con lo que usted necesita de Dios y plántelas en su corazón meditando en ellas. La fe es la forma de recibir de Dios, y la fe no vendrá hasta que la Palabra esté plantada en usted.

2. Tiempo
Una vez que la semilla ha sido plantada, el hombre de la parábola duerme y se levanta, esto es, se dedica a los quehaceres de su negocio, y la semilla germina. Debemos creer que la Palabra de Dios está obrando, incluso cuando no podamos ver ningún resultado; la semilla no germina en el instante mismo que es plantada. Ponga la Palabra en su corazón y no se desaliente si no ve resultados inmediatos.

3. Confianza y paciencia
La semilla crece y el hombre no sabe cómo. No es necesario que usted sepa como Dios va a obrar, solamente crea la Palabra y déjela plantada. “Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas.” Proverbios 3:5-6.

4. La cosecha total
En esta parábola el fruto aparece y madura en diferentes etapas: primeramente hierba, luego espiga, después grano lleno en la espiga. La Palabra de Dios también se manifiesta en etapas, por lo tanto puede que usted no vea una total liberación, prosperidad o sanidad de una forma inmediata.

Algunos, cuando ven una mejoría pero no una total manifestación, se desalientan y se dan por vencidos. Ven una hierba y piensan que eso es lo único que van a obtener, o tal vez solamente ven una espiga y piensan que eso es lo único que van a recibir.

Pero el granjero de la parábola esperó y recibió la hierba, luego la espiga, y finalmente el grano lleno en la espiga. Si usted deja la Palabra sembrada y no se da por vencido, recibirá la cosecha completa que Dios propuso que Su Palabra diera.


Tema CUATRO
COMO ESTABLECER LA PALABRA EN SU VIDA

Hemos visto que la Palabra de Dios es el poder de Dios y como ésta prospera a cualquiera que pone fe en ella. Pero, ¿cómo es que el creyente establece la Palabra de Dios en su propia vida? ¿Cómo puede éste profundizarse en el conocimiento de Dios y de Su Palabra?

A. Lea la Palabra

El darle la debida atención a la Palabra comienza al establecer una disciplina diaria de lectura Bíblica. El conocimiento de la palabra para cualquier cristiano no empieza con revelaciones “extraordinarias”, sino con una disciplina diaria de lectura Bíblica. Usted tiene que leer antes de que Dios pueda revelarle algo.

Muchos cristianos se desaniman de sus lecturas Bíblicas diarias porque no reciben revelaciones cada vez que leen. El hecho es, sin embargo, que aunque usted se sienta bien o no, el leer la Palabra produce un efecto muy positivo en su hombre interior. “Los mandamientos del Señor son rectos, que alegran el corazón” Salmo 19:8.

Jesús dijo: “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” Mateo 4:4, y también dijo: “Las palabras que yo les he hablado son espíritu y son vida” Juan 6:63.

La Biblia es alimento para su espíritu, y todo el tiempo que usted lee, su hombre interior está siendo alimentado, aunque emocionalmente usted sienta que éste no es el caso.

B. ESTUDIE la Palabra

1. Lea toda la Biblia.
Todo cristiano debe leer toda la Biblia. Use un plan diario de lectura Bíblica, esto le hará leer la Biblia en un período de tiempo específico.

2. Estudio de la Biblia por capítulos.
Haga un esquema del capítulo de acuerdo al autor, período, tema central, pensamientos principales, versículos claves y palabras claves.

3. Estudio de la Biblia por palabras.
El seguimiento de ciertas palabras, como amor, gracia, sanidad, la lengua, usted obtendrá una mayor visión sobre la naturaleza de Dios y la naturaleza de la nueva creación. Use una Biblia con concordancia o una contrarreferencia en su imagen (una referencia Bíblica le dará una notación en el margen o como nota al pie de la página, de escrituras que se relacionan entre sí).

4. Estudio Bíblico por tópicos.
Íntimamente relacionado con el estudio por palabras está el estudio por tópicos básicos de la Biblia. A través de la escogencia de temas bíblicos fundamentales como la oración, sembrar y segar, fe, sanidad, libertad del temor, usted puede agrupar escrituras que se relacionan entre sí para así tener un mayor entendimiento de los principios Bíblicos.

5. Estudio Bíblico por medio de los Proverbios.
Este libro es rico en sabiduría e instrucciones morales básicas. Puede ser estudiado esquemáticamente cada capítulo o buscando principios básicos: ejemplo contrastes – la sabiduría y la necedad, lo bueno y lo malo, la diligencia y la pereza; la honestidad, la vida familiar, misericordia y amor.

6. Estudio Bíblico por medio de la profecía.
Es de gran valor el seguir el cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento, particularmente aquellas relacionadas con Jesús. Puede llevarse a cabo muy fácilmente en una Biblia que tenga en su margen contrarreferencia.

c. Medite en la Palabra

Dios le dijo a Josué: “Recita siempre el libro de la ley y medita en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito.” Josué 1:8.

La palabra meditar significa murmurar para sí mismo, rumiar, ponderar, reflexionar. En efecto, es hablar la palabra para usted mismo, una y otra vez. La meditación abrirá las escrituras a su espíritu y permitirá que el Espíritu Santo le revele las cosas de Dios (1Corintios 2:11-12).

Mientras meditamos en la Palabra le permitimos a ésta que “more en abundancia en nosotros” Colosenses 3:16, así el Espíritu Santo va a empezar a mostrarnos la realidad de la esfera espiritual que la Biblia describe (1Corintios 2:9-10).


Tema CINCO
INSPECCIÓN BÍBLICA

A. Antiguo Testamento

1. Pentateuco (5)
Génesis
El libro de los orígenes. Es la introducción que nos da la Biblia. Relata cuatro eventos sobresalientes: La Creación, La Caída, El Diluvio y La Dispersión en Babel; y cuatro personajes sobresalientes: Abraham, Isaac, Jacob y José. Dios revela el plan de redención.

Éxodo
Israel es librado de la esclavitud Egipcia por el Poder de Dios y el liderazgo de Moisés. Se da la Ley, se establece el pacto y se construye el Tabernáculo.

Levítico
Se le enseña a Israel la Santidad de Dios y cómo acercarse a Él en una forma santa por medio del sistema de sacrificios, los preceptos de la Ley, y las penas por la violencia de la ley.

Números
Los 40 años de Israel en el desierto. Vemos aquí la “Bondad y la Severidad de Dios” – Él juzga a la vieja generación y preserva a la nueva.

Deuteronomio
Dios renueva Su pacto con Israel antes de entrar a Canaán. El mensaje es sobre “la Fidelidad de Dios” respecto a Sus promesas, Sus propósitos y Su pueblo.

2. Libros Históricos (12)

Josué
Bajo el liderazgo de Josué, Israel entra y se prepara para poseer su herencia predestinada: Canaán – La Conquista.

Jueces
Dios levanta líderes (jueces) para librar a israel de sus enemigos cuando clame a Él. Cubre aproximadamente los primeros 350 años de la historia de Israel en Canaán.

Ruth
Una historia de fe, amor y lealtad. Los ancestros de David y de Jesús se siguen hasta esta mujer gentil.

1 Samuel
Un libro de transición. Israel cambia la forma de liderazgo de Jueces nombrados divinamente (teocracia) a un rey (monarquía). Es el libro de tres notables hombres – Samuel, el último de los Jueces; Saúl el primer rey; David, el más grande de los reyes.

2 Samuel
El libro del reinado de David; incluye sus triunfos y sus problemas, resultado de su fe y de su pecado y cómo afectaron a Israel.

1 Reyes
El notable reinado de Salomón; la construcción del templo, la división del Reino (Norte y Sur); el ministerio de Elías.

2 Reyes
La historia del Reinado Dividido – La caída de Israel y Judá; la cautividad Babilónica; el ministerio de Eliseo.

1 Crónicas
Genealogías de los patriarcas. El reinado de David es relatado con énfasis en la alabanza, el Arca, el Pacto y el Templo del Señor.

2 Crónicas
Los 40 años del reinado de Salomón; la división del Reino, los 20 reyes de Judá: el exilio Babilónico.

Esdras
Restauración de Israel. Los exiliados regresan de Babilonia; se reconstruye el Templo; se levantan los profetas Hageo y Zacarías; bajo el liderazgo de Esdras se reconstruye la vida de alabanza de Israel.

Nehemías
Reconstrucción de Israel. Bajo el liderazgo de Nehemías, los muros de Jerusalén son reconstruidos; el pueblo es reinstruido en la Ley y reconsagrado a Dios.

Ester
Israel escapa de la exterminación. Dios libera el resto del pueblo que permaneció en Babilonia después del exilio, por medio de la reina judía Ester.

3. Libros Poéticos (5)

Job
La fuente de nuestro sufrimiento y la fuente de nuestra liberación y las bendiciones quedan claramente definidas.

Salmos
El himnario de los siglos. Poesía escrita para acompañamiento musical en alabanza u oración. Los temas varían desde agradecimiento, reconocimiento de la presencia de Dios, poder y misericordia, Su liberación individual y colectiva, comunicación personal y adoración – hasta profecía Mesiánica.

Proverbios
Es una enseñanza de preceptos morales y éticos. Sabiduría para una vida práctica en la forma de sonetos y máximas.

Eclesiastés
Un sermón con “vanidad de vanidades, todo es vanidad” como su texto. Es una experiencia personal del predicador probando que cuando la sabiduría y el placer se buscan como fin en ellos mismos, la búsqueda falla en satisfacer al alma humana. Se exalta la reverencia y la obediencia a Dios.

Cantares
Un poema que glorifica la vida matrimonial; un tipo de la relación de amor entre Dios y su pueblo escogido; Cristo y la iglesia.

4. Profetas Mayores (5)

Isaías
El profeta implora a Judá que se arrepienta y obedezca la Ley para que así eluda el juicio. Les da seguridad en la gracia y el consuelo de Dios, y describe al Príncipe de Paz. – La salvación tanto para los judíos como para los gentiles.

Jeremías
Judá recibe su última advertencia al arrepentimiento antes del ataque Babilónico y rechazan el mensaje de Jeremías al arrepentimiento.

Lamentaciones
Un poema memorial escrito por Jeremías respecto a la destrucción de Jerusalén por los Babilonios.

Ezequiel
Antes de la cautividad, Ezequiel predica arrepentimiento y juicio, subsecuentemente, él observa la Israel restaurada, - el nuevo templo y la nueva ley.

Daniel
Daniel profetiza sobre las naciones del mundo y sobre el futuro de Israel en relación a ellos mismos en el plan de Dios.

5. Profetas Menores (12)

Oseas
Oseas profetiza sobre la infidelidad de Israel, su juicio, el exilio, su posterior conversión y su renovación.

Joel
Joel llama a Judá al arrepentimiento para eludir el juicio por su desobediencia. Predice el derramamiento del espíritu Santo y el juicio sobre las naciones.

Amós
Amós profetiza sobre un futuro juicio por la injusticia y la corrupción espiritual de Israel.

Abdías
Una sentencia de juicio es pronunciada sobre los Edomitas (descendientes de Esaú) por su alianza con los enemigos de Israel y por su participación el saqueo de Jerusalén.

Jonás
Dios advierte a Nínive de un inminente juicio a través de un profeta renuente, y el pueblo responde con un sincero arrepentimiento. Refleja el interés de Dios por la salvación del hombre pecador.

Miqueas
Miqueas declara un inminente juicio sobre Israel y Judá. Tiene una visión del triunfo de Jerusalén, y predice la venida del Mesías.

Nahum
Nahum sucede a Isaías como profeta de Dios para Judá; comienza 100 años después de cuando Jonás partiera hacia Nínive. Nínive rechaza arrepentirse y Nahum describe su captura y destrucción.

Habacuc
El profeta protesta contra el desorden (sin ley) de Judá y revela como los babilonios (caldeos) serán el instrumento de juicio de Dios. También describe el triunfo de la fe.

Sofonías
Dios declara a Judá avisos sobre juicio inminente, los exhorta al arrepentimiento y les promete restauración futura.

Hageo
Hageo reprende a los judíos por su desobediencia y apatía, los alienta a reconstruir el templo, describe el futuro establecimiento del reinado de Dios en la tierra y el juicio de Dios sobre las naciones impías.

Zacarías
Sacerdote – profeta de Dios exhorta a Judá a reconstruir el templo y les describe la primera y segunda venida de su Rey – Pastor.

Malaquías
A través de este último profeta del Antiguo Testamento, Dios llama a Israel antes de los 400 años de silencio. El llamamiento se hace con promesa (de bendición) y con aviso (de juicio) y otra vez Dios le permite a Su pueblo escoger.


B. Nuevo testamento

1. Evangelios (4)

Mateo
El primer libro del Nuevo Pacto enlaza el Evangelio a las escrituras hebreas al introducir el Nuevo Testamento como el cumplimiento del Antiguo Testamento. Su relato sobre la vida de Cristo está claramente dirigido a los judíos en un intento por revelar a Jesucristo como el Mesías judío.

Marcos
En este Evangelio, se presenta a Jesús como el Hacedor de Milagros con poder sobre las esferas natural y sobrenatural. Son las Buenas Nuevas en Acción.

Lucas
El médico griego Lucas cierra la brecha entre judíos y gentiles al presentar la humanidad del perfecto Hijo del hombre, común con la de toda la familia humana.

Juan
El apóstol Juan, testigo visual, declara a Jesús con sencillez el eterno Hijo de Dios, el Mesías de Israel, Jehová mismo, el Salvador del mundo, la Verdad, la Palabra hecha carne, la Vida del mundo.

2. Historia (1)

Hechos
Lucas explica como el Evangelio comenzó con la promesa de la restauración de Israel y terminó con la Iglesia Gentil en Roma. El Espíritu Santo desciende; y la Iglesia nace y crece.

3. Epístolas de Pablo (13)

Romanos
Cristo: el poder de Dios para el creyente. Pablo nos relata la forma en que el Evangelio salva al pecador, cómo se relaciona con israel y cuáles son las aplicaciones prácticas del evangelio en nuestras vidas.

1 Corintios
Cristo: la sabiduría de Dios para el creyente. Pablo le reprocha a la iglesia de Corinto sus divisiones y desórdenes y luego se refiere a problemas específicos sobre el matrimonio, las mujeres, la Santa Cena, los dones espirituales y la doctrina de la resurrección.

2 Corintios
Cristo: la comodidad de Dios para el creyente. Pablo responde a sus críticos, da cuentas de su ministerio y reivindica su oficio de apóstol.

Gálatas
Cristo: la justicia de Dios para el creyente. Pablo corrige el error de los Gálatas: la ley Mosaica y la circuncisión no son necesarias para la salvación. Los exhorta a recibir la gracia de Dios por fe y a andar en la libertad del amor y en el espíritu Santo.

Efesios
Cristo: las riquezas de Dios para el creyente. Pablo le escribe a la iglesia de Efeso sobre la posición del creyente en Cristo (nuestra riqueza) y sobre nuestra conducta en el mundo (nuestro andar).

Filipenses
Cristo: la suficiencia de Dios para el creyente. Pablo escribe a los Filipenses sobre el regocijo y el gozarse del cristiano, sobre nuestra ganancia en Cristo, la enseñanza por medio del ejemplo, y sobre Cristo como nuestra Vida, nuestra Mente, nuestra Meta y nuestra Fortaleza.

Colosenses
Cristo: la llenura de Dios para el creyente. Pablo escribe a los hermanos en Colosas sobre el señorío de Cristo y sobre como los creyentes estamos completos en Él.

1 Tesalonicenses
Cristo: la promesa de Dios para el creyente. Pablo describe para los cristianos en Tesalónica cómo fueron salvos, cómo deben vivir y la gloriosa esperanza de la segunda venida.

2 Tesalonicenses
Cristo: el premio de Dios para el creyente. Pablo invita a los creyentes a esperar pacientemente y a trabajar diligentemente hasta el regreso del Señor.

1 Timoteo
Pablo da instrucciones a Timoteo sobre el orden y las posiciones de liderazgo en la iglesia local, así mismo lo instruye sobre su conducta como pastor respecto a las enseñanzas apegadas a la sana doctrina y una vida ejemplar.

2 Timoteo
Pablo discute el ministerio en la iglesia local. En su última epístola Pablo escribe del Evangelio como de una herencia que debe ser preservada, acariciada y encargada a hombres de fe.

Tito
Pablo enfatiza la relación entre la sana doctrina y una vida de piedad así como la necesidad de las buenas obras.

Filemón
La conversación de un esclavo fugitivo. Una ilustración práctica de los principios cristianos aplicados a la relación social.

4. Epístolas Generales (8)

Hebreos
Se presenta a Jesús como el nuevo y mejor liberador. El Calvario es el nuevo y mejor pacto. La fe es el nuevo y mejor principio.

Santiago
El hermano del Señor da pruebas de la fe verdadera: Soportar las tentaciones, tener benevolencia imparcial, controlar la lengua y piedad en todo aspecto.

1 Pedro
Pedro estimula a los cristianos perseguidos y los instruye a vivir sanamente.

2 Pedro
Pedro discute la sabiduría verdadera, los falsos maestros y la segura promesa de la segunda venida del Señor.

1 Juan
Juan define a Dios como amor. Sus principales pensamientos son: el mutuo amor entre cristianos, la permanencia en Cristo, discernimiento entre la verdad y el error, los distintivos del nacido de nuevo y el creyente y el mundo.

2 Juan
Cómo continuar en la verdad: andamos en amor y guardémonos del error.

3 Juan
Verdad y Amor vs. Orgullo y contienda.

Judas
Aviso a los creyentes sobre la herejía gnóstica: una filosofía que concibe a la materia como inherentemente mala y al espíritu como inherentemente bueno.

5. Profecía (1)

Apocalipsis
Visiones proféticas dadas a Juan, representan el fin de los tiempos: Cristo en el trono después de la ascensión, la Gran Tribulación, la ira de Dios, el reino de Dios en el milenio, el destino final de Satanás, el juicio ante el Gran Trono Blanco, el nuevo cielo y la nueva tierra. El triunfo final de Cristo, la Iglesia y el Reino de Dios.


Tema SEIS
LIBROS APÓCRIFOS

La palabra apócrifo significa escondido o secreto. El término apócrifo es aplicado generalmente a una serie de libros, cuyo número varía de once a dieciséis, que aparecieron entre el antiguo y el nuevo testamento.

Estos han llegado a nosotros en unión más o menos cercana con los libros canónicos de la Biblia. Estos han tenido una historia fuera de lo común. Las opiniones eclesiásticas a través de varios periodos han diferido grandemente en cuanto al valor de la literatura.

Los judíos de la dispersión en Egipto tuvieron una alta estimación por estos libros, y los incluyeron en la traducción al griego del Antiguo Testamento, llamada Septuaginta pero fueron eliminados del canon hebreo por los judíos de Palestina.

La iglesia Católica Romana en el concilio de Trento, 1546 d.C., declaró de los once libros como canónicos, y estos aparecen en las ediciones católicas modernas de las Escrituras.

Punto de vista de los cristianos:
Se acepta generalmente que algunos de estos libros contienen material de mérito literario y de valor histórico. Su canonicidad, sin embargo, ha sido rechazada, y gradualmente han sido omitidas de las ediciones más modernas de la Biblia cristiana por las razones siguientes:

1. Nunca fueron citadas por Jesús, y se duda si los apóstoles hicieron alusión a ellos.
2. La mayoría de los primeros padres los consideraron como no inspirados.
3. No aparecían en el canon hebreo antiguo.
4. La calidad inferior de la mayoría de los escritos, cuando se compara con los libros canónicos, los señala como indignos de un lugar en las Sagradas Escrituras.

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