lunes, 18 de octubre de 2010

Clase 30 - GC 2010

YO SOY
Juan 18:1-18

Después que Jesús terminó de orar por la unidad y por los nuevos creyentes que se agregarían al paso del tiempo hasta el día de hoy, se fueron al huerto donde en muchas ocasiones lo visitó con sus discípulos. Judas el traicionero iba con 600 soldados aproximadamente que es lo que equivalía un destacamento. El Señor sabía perfectamente lo que estaba por suceder, que su misión estaba muy cerca de culminar.

Los soldados buscaban específicamente a Jesús de Nazaret, pregunta a la que contesto el Señor “YO SOY”, y el cuerpo militar al escuchar éstas palabras retrocedieron y cayeron, se desplomaron ante la presencia poderosa de Dios a través de Su Hijo. Ese es el nombre con se presentó Dios ante Moisés en la zarza ardiente en el desierto, le dijo: “YO SOY EL QUE SOY”, y le dio la orden que solo le dijera a los Israelitas que lo había enviado “YO SOY”. Éxodo 3:1-22

Todo esto nos demuestra que en el nombre de Dios y en el nombre de Jesús hay una unción poderosa que puede quebrantar a cualquier hueste, autoridad, principados, gobernadores, en todo el universo. Los soldados cayeron porque Jesús estaba unido al Padre, eran uno, había una unidad poderosa. El Padre exaltó a Jesús por Su obediencia que demostró hasta la cruz, pagando el precio de nuestros pecados para rescatarnos de la muerte eterna. Filipenses 2:5-11

Jesús fue arrestado y llevado para desfilar ante las autoridades de ese momento, buscando con esto avergonzarlo, humillarlo y matarlo. El primero fue Anás, el suegro de Caifás. Pedro ante las circunstancias adversas y la persecución del momento, negó su fe en Jesús por miedo a lo que pudiera sucederle. Era el mismo Pedro que en días anteriores le había dicho al Maestro que estaba dispuesto a morir por Él y con Él, pero no pudo sostener su promesa porque no tenía el poder del Espíritu Santo sobre su vida, aún no Nacía de Nuevo y no recibía aún el bautismo con el Espíritu Santo, según la promesa del Padre. Hechos 1:4-8

No podemos vivir un cristianismo poderoso sin el bautismo con el Espíritu Santo, porque la mayor evidencia de éste bautismo no es solo el orar en Lenguas, sino la mayor es cuando el creyente está dispuesto a morir por dar testimonio de Jesús ante cualquier persona y en cualquier lugar. Dice la Escritura en Hechos 1:8 que seremos “Testigos” (Mártir en griego) cuando el Espíritu Santo viniera sobre nosotros. Un mártir es una persona dispuesta a morir por una causa.

Pedro cambió totalmente cuando vino el Espíritu Santo sobre su vida en el Pentecostés, Dios lo levantó con una unción poderosa para predicar y alcanzar a las naciones. En su primera exposición de la Palabra y testimonio acerca de Jesús, 3000 personas entregaron su vida a Jesucristo, lo confesaron como Señor. Hechos 2:1-47

¿Estás dispuesto a morir por Jesús, por testificar que Él vive, que es el gran YO SOY?
¿Cuántas veces los has negado y te has avergonzado por ser cristiano?
Para ser un cristiano poderoso necesitas ser bautizado con el Espíritu Santo.

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