Clase 5 - GC 2010

LOS HIJOS DEL DIABLO
Juan 8:39-47

El gran descubrimiento del ADN en todos los seres vivos fue y es de gran relevancia en todos los estudios científicos que el hombre ha realizado. Es una información genética que se transfiere de generación a generación. Jesús hablaba con los judíos y les explicaba que los hijos traen el ADN de sus padres que les hace parecerse en muchas cosas. Ellos decían que eran hijos de Abraham pero sus mismas acciones lo negaban, porque querían matar al Señor.

La naturaleza del diablo es la mentira, ese es parte de su ADN y siempre lo mostrará en todas sus obras. Desde el principio es un asesino; recordemos que influyó en los pensamientos de Caín hasta que lo convenció y lo hizo caer en el asesinato. El diablo fue el autor intelectual del primer asesinato registrado en la Biblia y en la historia humana.

Los que aman y practican la mentira no son de Dios y ni escuchan Su Palabra porque no es parte de su naturaleza o ADN, porque sus vidas van en sentido contrario de lo que Dios dice y ha establecido. Algunas personas no quieren comprometerse con el Señor porque no quieren cambiar su mal estilo de vida ni dejar la mentira.

Jesucristo expuso la verdad, el mensaje que el Padre le dio para nosotros pero no le creyeron. Hoy en día la gente no quiere creer el mensaje del amor de Dios a través de Su único Hijo Jesucristo, no aceptan Su verdad, pero si las mentiras del ocultismo, del horóscopo, brujerías y las falsas ideas de las sectas que se están promoviendo en la televisión y otros medios de comunicación. En algunos lugares de la sierra de Hidalgo y en Chiapas, por mencionar algunos, matan a los cristianos, los que han aceptado Su verdad, pero a ellos les incomoda éste hecho porque están bajo la influencia del autor intelectual que asesino a Abel en el principio.

Los hijos del diablo practican la mentira y el pecado en toda su diversidad porque tienen la naturaleza pecaminosa. La palabra practicar significa que lo hacen constantemente, una y otra vez hasta que su conciencia pierde sensibilidad ante Dios, y ya no tienen remordimiento por lo hacen o hablan. 1Juan 3:7-10

Debemos vivir como hijos de Dios, hijos de luz, con la nueva naturaleza en Cristo, creada a imagen de Dios, en verdadera justicia y santidad. Dejemos la mentira, las malas palabras, dejemos de agraviar a los demás, mejor edifiquemos las vidas de los que nos rodean con nuestras palabras para mantener la paz con Dios y nuestro prójimo. Efesios 4:17-32