jueves, 9 de julio de 2009

Clase 17 - GC 2009

NO VUELVAS A PECAR
Juan 5:9-15

Por la misericordia de Dios el inválido recibió su sanidad sin que nadie lo llevara al estanque, no fue necesaria la ayuda humana porque el poder de Dios va más allá de nuestros limitantes. La gente que vio el milagro en el inválido no se fijo en el milagro sino en sus tradiciones religiosas, porque cargo su camilla en el día sábado. Hoy también la gente sigue mirando sus tradiciones y costumbres que no los deja ver a Dios como Él es, sino a través de una cortina borrosa de la religiosidad.

Jesús después del milagro en el inválido se fue y se metió entre la gente, porque no buscaba la gloria de los hombres, porque solo le pertenece a Dios, y en ese momento era el Hijo del hombre, es decir, era un humano por completo, con debilidades y tentaciones que cualquier persona enfrenta. Es una gran enseñanza para nosotros, pues no debemos robarle la gloria a Dios cuando Él nos usa para bendecir a la gente a través de las habilidades y los dones del Espíritu Santo que operan a través de nosotros por Su gracia.

El inválido no supo quién lo había sanado y Jesús se lo encontró en el templo y terminó el milagro con una orden: “No vuelvas a pecar”. Esto nos muestra que la enfermedad era resultado de una maldición por el pecado que el ex inválido sabía muy bien de qué se trataba, porque Jesús lo confronto con su secreto pecaminoso.

Jesús le dio una advertencia muy clara de que no regresara al pecado que lo ató por 38 años, porque podría ponerse peor su salud. Es posible que en su desesperación buscara la sanidad con los brujos y hechiceros, y lo único que encontró fue más maldición. Hoy la gente por ignorancia sigue haciendo lo mismo en su desesperación por encontrar solución a su problema.

Hay pecado que libera enfermedades no tan solo en el cuerpo, sino en el matrimonio, la familia, las finanzas, en las relaciones y en otras áreas. Jesús sigue sanando cuando hay humildad, arrepentimiento, confesión de pecados y no volverlos hacer. El verdadero arrepentimiento es no volver hacer los pecados confesados. Mateo 13:10-15

Hay personas que reciben las bondades de Dios pero no se arrepienten de corazón y vuelven a practicar sus antiguos pecados más otros nuevos, y su condición llega a ser peor que antes, porque el adversario espiritual llamado Satanás tiene el derecho legal sobre su vida para destruirlo. Jesús sabía eso y se lo advirtió al ex inválido.

Hoy Jesús nos dice lo mismo, “No vuelvas a pecar”. Dios nos ama y quiere lo mejor para nosotros, pero nosotros escogemos entre la bendición y la maldición que afectará nuestra vida y a nuestra descendencia. Deuteronomio 30:19

No volvamos a pecar.

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