jueves, 1 de noviembre de 2007

SANIDAD INTERIOR 2

Contenido

Introducción
1. La raíz de la rebelión
2. La raíz de la soberbia
3. La raíz del ocultismo
4. La maldición de la idolatría

Introducción
En general, cuando tratamos con las obras del enemigo nos vamos a encontrar con que hay raíces muy profundas dentro de la vida del individuo.

Prendidos a estas raíces hay muchos problemas que van a crecer y a desarrollarse. Para poder encontrar la solución a los problemas tenemos que ir más allá del problema y encontrar la fuente del crecimiento de éste. Al encontrar la raíz, pongamos el hacha a la raíz del árbol y el árbol va a morir por completo.

Muchas veces quitamos solamente algunas hojas o algunas ramas en vez de irnos directamente a la raíz del problema.

Las obras de Satanás están adheridas a las raíces que crecen en la tierra. Estas raíces absorben la vida y bendiciones de manera que nada puede crecer. Ya hemos presentado dos de las raíces que destruyen la vida: la raíz de la amargura y la del rechazo.

En esta segunda parte vamos a descubrir tres raíces más: la raíz de la rebelión, la raíz del orgullo y la raíz del ocultismo. Usted va a poder ver el fruto producido por estas raíces y sabrá cómo usar el hacha para cortar a cada uno de ellos.

Aquello que envenena la tierra debe ser destruido, de modo que usted pueda ser liberado y producir fruto.


Tema Uno
LA RAIZ DE LA REBELION


Dios creó al hombre a su propia imagen y semejanza. Dios planeó una relación divina para con el hombre. La relación divina se rompió a causa del pecado y la rebelión se convirtió en la naturaleza del hombre.

El hombre que no posee esta relación divina se convierte en un individuo fraccionado, perdido, que vive en la soledad y el egoísmo. El propósito y razón de la vida se pierde.

La salvación comienza cuando el hombre renuncia a la rebelión, se entrega a Dios aceptando y declarando a Jesucristo como Señor.

“Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto tú desechaste la palabra del Señor, él también te ha desechado para que no seas rey.” 1 Samuel 15:23.

I. FUENTES DE REBELIÓN

l. Soberbia.
Ejemplo:
Lucifer se rebeló a Dios como consecuencia de su orgullo. Isaías 14:13-14.

2. Amargura.

Pasos que llevan a la rebelión:
> Las heridas llevan al resentimiento.
> El resentimiento lleva a la amargura.
> La amargura lleva al odio.
> El odio lleva a la rebelión.

II. LA REBELION RECHAZA LA AUTORIDAD

l. La rebelión rechaza la autoridad de Dios:
El estado de impiedad consiste en vivir como si Dios no existiera. Debido a la rebelión, el hombre se convierte en su propia autoridad. Pregunta: ¿Está usted dispuesto a someterse a la palabra de Dios?

2. La rebelión rechaza la autoridad de los padres y del gobierno:
Para que el niño obtenga madurez y seguridad debe ser disciplinado. La autoridad del gobierno es necesaria para que haya justicia social y orden (Romanos 13:1, 2, 5). Estas áreas deben ser tratadas para poder llegar a las raíces de la rebelión. La negación del hombre a someterse a Dios es la parte de la filosofía del humanismo.

III. LA REBELIÓN A LAS AUTORIDADES DA COMO RESULTADO
QUE EL CUERPO SEA EL QUE GOBIERNE A LA PERSONA

l. Una persona que se rebela contra las autoridades se convierte en esclava de su propio cuerpo. En los problemas de perversión sexual, una de las raíces es la rebelión y puede comenzar en la falta de sumisión a sus padres.

2. El resultado del juicio de Dios sobre la rebelión del hombre es que fue entregado a los impulsos de su naturaleza pecaminosa, a los deseos de su carne y sus obras son los frutos de la rebelión (Gálatas 5:19-21). La carne siempre es hostil hacia Dios (Romanos 8:6-7).

IV. LA REBELIÓN LLEVA A LA HECHICERÍA

Ejemplo:
El razonamiento de Saúl se hizo superior a la Palabra de Dios. 1 Samuel 15:23.
La hechicería consiste en asumir el papel de Dios:
Un deseo de manipular y controlar a la gente.
Un deseo de venganza por medio del maleficio.
Un deseo de obtener poder.

La hechicería es insubordinación:
El individuo se convierte en su propia autoridad. La ambición del hombre se convierte en el poder que lo gobierna.

V. LA ESQUlZOFRENIA EN LA PERSONALIDAD
ES PRODUCIDA POR DOS RAÍCES

La rebelión y el rechazo son las raíces que dividen la personalidad del individuo (schiezein: dividir, partir. phren: mente).

1. El rechazo hace que la persona se vuelva introvertida.

DESCRIPCION: La soledad, timidez, pusilanimidad. Autocompasión. Fantasía. Lujuria. Inseguridad. Odio de sí mismo, rechazo de sí mismo, imagen negativa de sí mismo. Miedo al rechazo. Celos, envidia. Depresión y suicidio.

2. La rebelión hace que la persona se vuelva extrovertida.

DESCRIPCION: Odio, violencia, asesinato, amargura y falta de perdón. Control de las personas hasta el punto de ser posesivos extremos. Hechicería, Autoengaño, Auto-decepción, Perversión.

La esquizofrenia (doble personalidad) es un comportamiento que va de un extremo a otro. Ensimismado, introvertido, luego hostil. Los síntomas arriba mencionados siguen a cada raíz. La persona esquizofrénica pierde su identidad y se esconde detrás de una u otra raíz.

La liberación envuelve el tratamiento de estas dos raíces y, además, debe traerse a la persona a que se identifique con Cristo y que El sea su protección (1 Corintios 6: 17). El encontrar la identidad es la clave para mantener la liberación.


Tema Dos
LA RAIZ DE LA SOBERBIA


El crecimiento del árbol es determinado por la raíz. La soberbia es la actitud del corazón del hombre que determina la dirección de su vida. La soberbia se encuentra en el corazón mismo de la maldad y del engaño.

Respecto a los pasos en la caída de Lucifer, las Escrituras nos dicen: “A causa de tu hermosura te llenaste de orgullo. A causa de tu esplendor, corrompiste tu sabiduría. Por eso te arrojé por tierra, y delante de los reyes te expuse al ridículo.” Ezequiel 28:17.

Decías en tu corazón: “Subiré hasta los cielos. ¡Levantaré mi trono por encima de las estrellas de Dios! Gobernaré desde el extremo norte, en el monte de los dioses. Subiré a la cresta de las más altas nubes, seré semejante al Altísimo.” Isaías 14:13-14

La soberbia tiene fuerza y poder espiritual. El dios de este mundo cayó debido a la soberbia. El mundo opera bajo éste principio y es la raíz de todo pecado y de todo mal. Isaías 14:13-14. Juan 2:15-16.

Mientras que la soberbia tiene sus raíces dentro del espíritu de esta era, la humildad es la esencia de Jesucristo. La soberbia tiene que cambiarse por humildad.

I. EL PODER DE LA HUMILDAD

La humildad es el resultado del arrepentimiento genuino o de corazón. Es una virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades, y en obrar de acuerdo con este conocimiento.

La actitud humilde nos ayuda acercarnos a Dios y disfrutar de Su presencia y de todas las bendiciones que tiene para nosotros. Hay cuatro factores de la humildad y cada una nos da recomendaciones para desarrollarla:

El humilde ante el error.
1. Reconoce su error.
2. Acepta su responsabilidad de lo que hizo y habló.
3. No justifica su error.
4. Pide perdón de corazón. Le duele lo que hizo y habló.
5. Demuestra su arrepentimiento con buenas obras permanentes.

El humilde ante la herida.
Perdona de inmediato. Antes que le pidan perdón o aunque no se lo pidan.

El humilde ante la culpabilidad.
1. Reconoce su error.
2. Acepta lo que hizo o habló.
3. No se juzga severamente.
4. Se perdona a si mismo.
5. Aprende de su error. Convierte su fracaso en éxito a través del aprendizaje.

El humilde ante Dios.
1. Depende totalmente de Él.
2. Le obedece en todo, aunque no entienda o no este de acuerdo.
3. Es sensible a su Presencia y su Palabra.

Si practicamos la humildad en todas las áreas de nuestra vida, la calidad de vida de nuestro matrimonio, familia y empresa se elevará a altos niveles de bienestar. La humildad suelta el poder de Dios para la sanidad en cualquier área.

“13 Por eso les hablo a ellos en parábolas: Aunque miran, no ven; aunque oyen, no escuchan ni entienden. 14 En ellos se cumple la profecía de Isaías: Por mucho que oigan, no entenderán; por mucho que vean, no percibirán. 15 Porque el corazón de este pueblo se ha vuelto insensible; se les han tapado los oídos, y se les han cerrado los ojos. De lo contrario, verían con los ojos, oirían con los oídos, entenderían con el corazón y se convertirían, y yo los sanaría.” Mateo 13:13-15.

Cuando la Escritura dice que el corazón de las personas se ha vuelto insensible se refiere a que carece de humildad. Ésta actitud es poderosa porque nos abre los ojos para ver y comprender las riquezas que están en la Biblia, también abre nuestros oídos espirituales para escuchar al Señor con claridad. También desata la sanidad de Dios para nuestra vida, matrimonio, familia, empresa y muchas cosas más.

“Envió su palabra para sanarlos, y así los rescató del sepulcro.” Salmo 107:20.

Dios nos ha enviado Su Palabra para bendecirnos con la sanidad para que no lleguemos al sepulcro. Dios ha enviado Su Palabra para sanar matrimonios, familias y las empresas o negocios, pero debemos ser humildes para recibir la Palabra que nos ha enviado, creerla y obedecerla para que cumpla Su propósito en nosotros.

“Por esto, despójense de toda inmundicia y de la maldad que tanto abunda, para que puedan recibir con humildad la palabra sembrada en ustedes, la cual tiene poder para salvarles la vida.” Santiago 1:21.

Cuando recibimos la Palabra de Dios con humildad tiene poder para salvar nuestra vida. La palabra “Salvar” significa liberación, sanidad, provisión y salvación de nuestra vida física y espiritual. Debemos despojarnos de la maldad de la soberbia y la rebelión. La humildad nos deja muchos beneficios para disfrutar. La soberbia solo deja maldición, sufrimiento, dolor y muerte eterna. Nosotros somos libres para escoger la actitud bajo conocimiento y causa.

II. EL PERFECCIONISMO
ES FRUTO DE LA SOBERBIA

Una persona que establece normas o metas para sí misma que son superiores a los requerimientos normales. Al obtener estas metas la persona se coloca en una posición superior a otros y, por consiguiente, se convierte en un crítico de aquellos que no aceptan las mismas normas o metas.

La falta de amor, la indiferencia a las necesidades de otros, el juzgar con demasiada rapidez, la falta de sensibilidad, las palabras crueles y la crítica son características del perfeccionismo.

Los resultados del perfeccionismo son:
Una actitud hostil hacia otros y hacia sí mismo, lo cual da por resultado un carácter severo. Un espíritu demasiado crítico. Falta de perdón. Una constante auto justificación o “es que sofrenia”, es decir, que para cualquier cosa se justifica con “es que” “es que” “es que”, y comienza a esquiar en la justificación de su error. Una relación pobre para con Dios. También transmite el rechazo a los hijos, a menos que su aceptación se base en logros, el niño no se siente aceptado.

El perfeccionista mira a Dios como un perfeccionista:
La relación con Dios se basará en logros. Establecerá metas altas para sí mismo. Recibe la aceptación de Dios basándose en obras. Su vida está llena de obras, pero en realidad no existe una relación con Dios.

La soberbia hace que el hombre piense que él puede complacerse. Nuestra relación con Dios no puede ser establecida por medio de nuestras obras, sino solamente por Su gracia. El nos acepta tal cual somos. Este es el punto de arranque.


III. UN FRUTO DE LA SOBERBIA
ES LA COMPETENCIA

Hay una lucha interna y externa por sobresalir, por ser el primero, el mejor, por recibir reconocimiento. Una persona egoísta, voluntariosa, ambiciosa, envidiosa, que se exalta así misma.

Los resultados de la competencia son:
Enemistad entre las personas. Compararse constantemente uno mismo con otros. Descontento con la vida y con los logros alcanzados en el pasado. Celos y envidia. Gálatas 5:26; 6:3. 2 Corintios 10:12.

La soberbia es una raíz que nunca está satisfecha. La lucha constante con Dios y con el hombre produce un espíritu de competencia que absorbe su vida, y no le permite funcionar en el papel que el individuo tenga.

IV. LA FALTA DE PERDÓN ES
UN FRUTO DE LA SOBERBIA

Es una persona amargada, quisquillosa, que no perdona. Iracunda, enajenada.

Los resultados de la falta de perdón son:
La amargura y el odio. La culpabilidad y la condenación. No puede soltar a otros, y Dios no lo puede soltar (perdón). No se puede perdonar a sí mismo por los errores del pasado. No puede recibir el perdón de Dios. La soberbia no permite que la persona se perdone a sí misma por haber quebrantado la imagen de superioridad que se ha formado.

Otro resultado es la ceguera y el engaño: fallar en vernos como en realidad somos y ver a otros como en realidad son.

La soberbia produce un sentido falso de justicia cuando tiene que desquitarse. La soberbia pide pago en vez de perdón.

V. UN FRUTO DE LA SOBERBIA
ES LA INCREDULIDAD

La soberbia por naturaleza se caracteriza por la independencia y la auto-suficiencia. Para poder creer, el individuo tiene que reconoce que tiene una necesidad, una deficiencia, una limitación. Así que la incredulidad busca establecer su independencia y autosuficiencia de manera que no se necesite a nadie más. La soberbia es la raíz de la incredulidad.

Uno no puede creer en Dios y al mismo tiempo buscar la gloria de los hombres. La soberbia desea la g1oria de los hombres. La fe desea la gloria de Dios. Juan 5:44.

La soberbia busca por sí misma poseer las bendiciones de Dios, caracterizándose por el uso de principios de fe para obtener metas personales, en vez de buscar la voluntad de Dios. Se niegan a buscar la voluntad y el placer de Dios en su propia vida.

La fe y la humildad tienen la misma raíz, prepara el alma para la confianza y recibir de Dios. Ejemplos: Centurión: «Yo no soy digno». La mujer gentil: «Los perrillos comen las migajas.». La fe no crece como producto de la soberbia.

VI. COMO CORTAR LA RAIZ DE LA SOBERBIA

1. Pedir a Dios que te muestre el engaño de la soberbia.
2. Arrepentimiento.
3. Soltar y renunciar a los engaños o frutos de la soberbia.
4. Cambiar la motivación de su vida: de la soberbia al amor.
5. Humillarse ante Dios.

La soberbia es la raíz de todo pecado y de todo mal. La raíz de toda virtud es la humildad. La soberbia nos empuja hacia arriba, el rechazo nos empuja hacia abajo. Nosotros debemos liberarnos de ambos y dejar que Dios sea el que nos exalte.


Tema Tres
LA RAIZ DEL OCULTISMO


Hay ciertas cosas en las que la gente se involucra, que no solamente los afectan, sino que afectan aun a sus generaciones futuras.

El ocultismo es una raíz que se puede extender hasta la tercera y cuarta generación, y cuyas consecuencias son severas. Debemos estar alerta de sus síntomas porque hasta los niños inocentes sufren por esto.

“9 Cuando entres en la tierra que te da el Señor tu Dios, no imites las costumbres abominables de esas naciones.
10 Nadie entre los tuyos deberá sacrificar a su hijo o hija en el fuego; ni practicar adivinación, brujería o hechicería;
11 ni hacer conjuros, servir de médium espiritista o consultar a los muertos.
12Cualquiera que practique estas costumbres se hará abominable al Señor, y por causa de ellas el Señor tu Dios expulsará de tu presencia a esas naciones.” Deuteronomio 18:9-12.

I. LA IDOLATRIA Y EL OCULTISMO

Ambas proceden de la misma raíz. La idolatría consiste en la adoración a los demonios.

“Rindieron culto a sus ídolos, y se les volvieron una trampa. Ofrecieron a sus hijos y a sus hijas como sacrificio a esos demonios.” Salmo 106:36-37.

“Cuando los que no creen en Cristo ofrecen algo, se lo dan a los demonios y no a Dios. ¡Y yo no quiero que ustedes tengan nada que ver con los demonios!” 1 Corintios 10:20 VLS

El ocultismo es la manipulación de los poderes demoníacos con el objeto de obtener logros personales egoístas. Establecen un terreno común, los demonios se ponen de acuerdo con la gente. Los beneficios ofrecidos a través de lo sobrenatural, siempre se convierten en una maldición para el que recibe el beneficio. Tanto los dones sobrenaturales como las maldiciones se pasan de una generación a otra. La maldición por doblegarse ante otros dioses pasa hasta la tercera o cuarta generación.

“No te inclines delante de ellos ni los adores. Yo, el Señor tu Dios, soy un Dios celoso. Cuando los padres son malvados y me odian, yo castigo a sus hijos hasta la tercera y cuarta generación.” Éxodo 20:5.

II. HAY RESULTADOS ESPANTOSOS

Bloqueo espiritual.
Un control sobrenatural que no nos permite confesar nuestra fe en Jesús. Una actitud de rebelión contra toda la autoridad. Un bloqueo espiritual que nos impide entrar en los beneficios espirituales del Espíritu Santo. No podemos ni leer la Biblia, ni adorar, ni orar sin ser atacados.

Síntomas físicos.
Parálisis, epilepsia, desórdenes nerviosos, entre otros. Niños anormales, con deformidades, sordomudos, entre otros. También desórdenes nerviosos, problemas en el aprendizaje, agitación, inhabilidad para funcionar en una estructura social, temores, pesadillas. Entre otras cosas. Debemos tener discernimiento para no declarar a la ligera.

Inestabilidad emocional.
Ataques de rabia. Odio y maldiciones. Disturbios nerviosos. Comportamiento huraño. Depresión. Comportamiento sexual anormal (perversión).

Miedo.
Inseguridad. Atormentado constantemente. Pesadillas.

Cautiverio mental.
Confusión en patrones de pensamiento. Problemas de aprendizaje. Enfermedad mental.

III. PREGUNTAS MAS FRECUENTES

¿Cómo es posible que un cristiano continúe sufriendo del yugo y de la opresión causada por una experiencia ocurrida antes de su conversión?

La puerta que ha sido abierta a los poderes de las tinieblas se mantendrá abierta, a menos que la persona la cierre por medio de un acto de su voluntad. El dejar una puerta abierta es invitar a la opresión.

¿Puede un cristiano que nunca ha participado en ninguna forma de ocultismo sufrir de yugo o de opresión?

La opresión del ocultismo se pasa de padres a hijos. Los niños pueden infectarse de ciertas «bendiciones» del ocultismo que sus padres hayan buscado. Hay una maldición para aquellos que entren en alianza maldita con otro dios (demonios).

IV. FORMAS DE ENREDO A LA OPRESIÓN DEL OCULTISMO

1. Herencia.
Dos posibilidades: genes y sucesión. Cuando los antepasados (padres, abuelos, entre otros) han participado, la opresión puede venir hasta la tercera o cuarta generación.

2. Sujeción del individuo al demonio.
(Pactos, entre otros).

3. Experimentos con el ocultismo; se establecen alianzas con los espíritus malignos
(brujería, ouija).

4. Transferencia ocultista.

V. EFECTOS DEL OCULTISMO

1. Rebelión contra la autoridad.
2. Las drogas.
3. Pornografía-lujuria sexual.
4. Meditación trascendental.
5. Música (El rock metálico, entre otros).

VI. CORTANDO LA RAIZ DEL OCULTISMO

1. Confesar y aceptar a Jesucristo como nuestro Señor y nuestra autoridad.
2. Confesar los pecados del ocultismo que hemos cometido.
3. Rogar al Padre que nos perdone en el nombre de Jesús.
4. Declarar que estamos cubiertos con la sangre de Cristo.
5. Renunciar a Satanás y dar la orden que se retire en el Nombre de Jesús.
6. Romper en el Nombre de Jesús toda atadura y maldición del ocultismo.
7. Declarar que somos hijos de Dios, que Jesucristo nos protege y el maligno no nos toca. 1 Juan 5:18

Una alianza que se ha hecho con otro dios no se puede romper muy fácilmente. Para que haya una completa separación es necesario que exista una fe activa en Cristo, que se haya hecho una renuncia a los poderes del ocultismo.

Muchos necesitan ser liberados de los ancestros que hubieran hecho estas alianzas malditas. La alianza de la sangre de Jesús rompe la maldición del ocultismo. Por fe, el creyente confiesa a Cristo con su boca como Señor y rompe toda alianza del pasado, es el inicio de una vida liberada de la maldición.

Para mantener la liberación es necesario vivir en comunión con Dios a través de tres aspectos importantes:

1. Su presencia - por medio de la oración.

2. Su Palabra - por medio de la lectura diaria, reflexión, memorización, estudio y obediencia de la Biblia.

3. Su cuerpo - No dejando de congregarse para recibir bendición y alimento espiritual, como dice el Salmo 133, porque donde hay armonía y unidad, ahí el Señor envía su bendición.

Su Presencia, Su Palabra y Su Cuerpo, los tres son uno y los tres los necesitamos para nuestro sano desarrollo espiritual.


Tema Cuatro
LA MALDICION DE LA IDOLATRIA


La ley de tránsito son reglas de conducta con nuestro automóvil, el cinturón, semáforo, letreros de no estacionarse entre otras cosas. La desobediencia a estas leyes se paga con una infracción. Dios ha establecido normas o reglas de conducta para nuestro beneficio.

I. LOS MANDAMIENTOS

Las órdenes no se discuten, se obedecen. La Biblia es muy clara al decir que no tengamos otros dioses, que no hagamos ningún ídolo de figura humana, de animales ni de ángeles, ni inclinarnos ni adorarlos, Éxodo 20:1-6.

Satanás siempre ha querido robar la adoración a nuestro Dios y lo hace a través de la idolatría porque también sabe que esto ofende a nuestro Señor y Dios.

“No me ofendan; no se hagan dioses de plata o de oro, ni los adoren.” Éxodo 20:23.

La presencia de Dios no reposa en un ídolo o figura, Él solo quiere reposar en el corazón del ser humano. Los ídolos no tienen ni dan vida y semejantes son los que le adoran.

“1La gloria, Señor, no es para nosotros; no es para nosotros sino para tu nombre, por causa de tu amor y tu verdad. 2¿Por qué tienen que decirnos las naciones: ¿Dónde está su Dios? 3Nuestro Dios está en los cielos y puede hacer lo que le parezca. 4Pero sus ídolos son de oro y plata, producto de manos humanas. Tienen boca, pero no pueden hablar; ojos, pero no pueden ver; 6tienen oídos, pero no pueden oír; nariz, pero no pueden oler; 7tienen manos, pero no pueden palpar; pies, pero no pueden andar; ¡ni un solo sonido emite su garganta! 8Semejantes a ellos son sus hacedores, y todos los que confían en ellos. 9Pueblo de Israel, confía en el Señor; él es tu ayuda y tu escudo.” Salmo 115:1-9. Salmo 135:15-18.

La idolatría la practican los paganos según las Santas Escrituras. Pagano es un término hebreo del Antiguo Testamento y se refiere a las naciones o personas que no conocen a Dios, que no pertenecen al pueblo escogido de Dios. Fuera de Israel todos son pueblos paganos. Nosotros los cristianos somos parte de Israel por medio de la fe en Cristo Jesús, somos el pueblo espiritual escogida por Dios, somos hijos de Abraham.

II. LA MALDICION

“Maldito sea quien haga un ídolo, ya sea tallado en madera o fundido en metal, y lo ponga en un lugar secreto. Es creación de las manos de un artífice, y por lo tanto es detestable al Señor. Y todo el pueblo dirá: ¡Amén!” Deuteronomio 27:15.

Los ídolos traen maldición porque es el resultado de la desobediencia a uno de los diez mandamientos. La maldición es por hacerlos y adorarlos. No debemos participar de las fiestas que son en honor a algún ídolo o santo patrono como le han llamado las tradiciones.

A los mexicanos les gusta meter cosas raras a sus casas o negocios. Cuelgan ajos, herraduras, ponen de cabeza algún santo y muchas cosas más que desconozco que hacen. La idolatría y la brujería van de la mano porque ambas están en el reino de las tinieblas.

La mayoría de los idólatras practican el ocultismo, santería, limpias, magias de diferentes colores, siguen al pie de la letra su horóscopo, amuletos de la suerte e ideas supersticiosas. Todo los llevan a su casa y le abren la puerta al destructor, toma legalmente autoridad hasta la cuarta generación según Éxodo 20:4-6.

“23El Señor tu Dios entregará a esas naciones en tus manos, y las llenará de gran confusión hasta destruirlas. 24Pondrá a sus reyes bajo tu poder, y de sus nombres tú borrarás hasta el recuerdo. Ninguna de esas naciones podrá resistir tu presencia, porque tú las destruirás. 25Pero tú deberás quemar en el fuego las esculturas de sus dioses. No codicies la plata y el oro que las recubren, ni caigas en la trampa de quedarte con ellas, pues eso es algo que aborrece el Señor tu Dios. 26No metas en tu casa nada que sea abominable. Todo eso debe ser destruido. Recházalo y detéstalo por completo, para que no seas destruido tú también.” Deuteronomio 7:23-26.

¿Qué debo hacer para librarme de la maldición de meter ídolos a la casa?

> Creer en Jesucristo.
> Confesarlo como Señor.
> Confesar y arrepentirme del pecado de la idolatría.
> Renunciar a Satanás y a la idolatría en el nombre de Jesús.
> Sacar los ídolos de la casa, romperlos y quemarlos. No los regales a otra persona porque le pasas la maldición.
> Alejarme de la idolatría.
> Rogar al Padre que cubra la casa con la sangre de Cristo.

III. LAS TRADICIONES

Las tradiciones humanas pueden llegar a invalidar o hacer a un lado la Palabra de Dios por el valor que el hombre le da. Marcos 7:5-9, 13.

La palabra tradición en los originales significa transmisión, precepto, enseñanza, doctrina, instrucción, rendirse a ideas humanas, confiar en ellas y por último encarcelar, es decir, que cae cautivo y no goza de libertad.

La gente que no ama a Dios cambia Su presencia y su Palabra por sus vanas y huecas tradiciones que no tienen fundamento bíblico.

La tradición convierte a las personas en hipócritas (falsos, con máscara, superficial). Hablan de Dios pero su corazón esta lejos de Él. Sus enseñanzas son puras reglas humanas. También los encarcela, hacen las cosas por hacerlas, no les llena.

La tradición no te convierte en un hijo de Dios. Algunos dicen: “Nací en cuna cristiana”. La cuna será cristiana pero no tu vida. Cuando el hombre se alejo de Dios se refugio en la tradición pero no le lleno y se volvió cautiva de ella, queda encarcelado en la perversión sexual, anarquía, ocultismo, deshonra a los padres, entre otros. Romanos 1:18-32.

Muchas tradiciones se convierten en ídolos en nuestro país, como el altar para los muertos, hallowen, fiesta a una diosa femenina. La Biblia enseña que detrás de cada ídolo hay un demonio y es a quien adoran. Salmo 106:36-43, 1 Corintios 10:14-22.

Dios nos aconseja que salgamos de la idolatría y nos alejemos de ella. 2 Corintios 6:14 - 7:1 porque el Reino de Dios no tiene nada que ver con las tradiciones y la idolatría.

Israel vivió por 400 años aproximadamente en Egipto, un país idólatra. Aprendió sus tradiciones y fue influenciado por ellas. Moisés conocía a Dios y se fue a buscar Su presencia para recibir los mandamientos. Israel no conocía a Dios y cuando no le conoces tratas de llenar el vacío con ídolos, tradiciones y perversión, fue lo que hicieron ante la ausencia del líder. Lo mismo sucede hoy cuando se alejan de Dios. Deuteronomio 9:11-13,16, 20-21.

La tradición no cambia a las personas, solo una relación profunda con Dios por medio de Jesucristo. Dios no es un Dios de tradiciones sino de relaciones. Nosotros nos podemos relacionar con Él por medio de la oración íntima, de Su Palabra al leerla y obedecerla, de Su cuerpo al congregarnos regularmente.

¿Qué tradiciones vienes arrastrando?

¿Qué tradición quieres mezclar con el cristianismo?

Hoy es tiempo de tomar una decisión firme y comprometida con Dios, renunciar y dejar las tradiciones e ídolos que nos alejan de nuestro Padre Celestial y solo heredan maldición, dolor y muerte.

Saca de tu casa las tradiciones e ídolos, lo que el Espíritu Santo te indique que debes hacer. No lo regales. Pide perdón a Dios por éste error en el nombre de Jesús, Renuncia a la idolatría, Rómpelo y quémalo en el Nombre de Jesús.

Ora por tu casa. Ata todo espíritu inmundo, sucio y de maldad, ordénale que salga de tu casa en el Nombre de Jesús, ¡ahora! Úngela con aceite en las puertas principales y declara que Jesucristo es Señor en tu vida, matrimonio, familia y en la casa. Ruega al Padre Celestial que cubra tu casa con la preciosa Sangre de Jesús. Cierra las puertas a la idolatría, ocultismo y a todo espíritu inmundo en el Nombre de Jesucristo. Que nuestro Padre Celestial mande ángeles alrededor de ti, tu familia, tu casa y todas tus posesiones.

Con esto marcamos nuestro territorio y lo consagramos a Dios. Te recomiendo que lo hagas cuando llegues a dormir a un hotel u otra casa. Simplemente ora y consagra el lugar para que duermas tranquilo.


BIBLIOGRAFIA
Biblia Nueva Versión Internacional

Manual Poseed la tierra. Carroll Thompson. Editorial Amistad Comunicaciones.

Tratado “La maldición de la idolatría”. Ernesto Rosas.

Tratado “El poder de la humildad”. Ernesto Rosas.

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